La era digital ha traído consigo un sinfín de beneficios, desde la facilidad para comunicarnos con una persona en cualquier parte del mundo en tiempo real, hasta la posibilidad de comprar todo tipo de cosas desde la comodidad del sillón de nuestra sala; dejando con cada actividad que hacemos en internet un historial imborrable.
Cada vez que realizamos una búsqueda en Google, hacemos un nuevo video a TikTok, compramos en Amazon o simplemente vemos los Instagram stories de nuestros amigos, dejamos un rastro de datos e información, a esto se le conoce como "la huella o sombra digital" y estos datos a su vez, junto con información previamente existente o no (si, porque la falta de información también nos puede decir mucho) construyen la identidad digital, es decir, la imagen que internet proyecta sobre alguna entidad. En este artículo nos enfocaremos en la huella digital conocida en inglés como cyber shadow.
Esta, es única para cada persona, negocio u organización y generalmente se clasifica en: activa y pasiva. La huella digital activa se crea cuando el usuario divulga deliberadamente datos o información personal a través de diferentes sitios web, por ejemplo cuando llenamos algún formulario para inscribirnos a alguna clase en línea o para recibir algún tipo de contenido, mientras que la huella digital pasiva se compone de datos recopilados sin que el propietario esté consciente de ello.
Estos datos pueden incluir información acerca de nuestros intereses, comportamientos en línea, historial de búsquedas, ubicación, entre otros y pueden ser utilizados para hiper personalizar la publicidad que nos llega, mejorar productos y servicios, o incluso para tomar algunas decisiones. Por ejemplo, si estamos buscando empleo, los reclutadores podrían revisar nuestras redes sociales para conocer más sobre nosotros y evaluar si somos adecuados o no para el puesto.
Por eso, es importante ser conscientes de cada acción e interacción que tenemos, así como la información que compartimos en internet, ya que sin excepción alguna nuestro historial digital habla más de nosotros mismos que nuestra propia memoria y ya que dicha esta información es pública y de libre acceso, puede ayudar a muchas industrias, incluso a la prevención y detección del fraude digital, volviéndose una fuente de información muy valiosa para detectar e identificar a los defraudadores a tiempo y prevenir grandes pérdidas económicas.
¿Cómo? aquí te dejamos algunos ejemplos:
Por todo lo anterior, es importante hacer un monitoreo constante de nuestros aplicantes, contar con un buen histórico sobre sus actividades en línea y poder analizar toda esa información, para que nos permita identificar cualquier anomalía a tiempo y adelantarnos a los defraudadores. De acuerdo con la encuesta Global Economic Crime and Fraud survey, de PwC el 42% de las entidades que utilizan big data para la detección y prevención del fraude han reducido significativamente sus pérdidas económicas.
En Trully, con data enrichment enriquecemos puntos de datos con más de 500 variables, para incrementar la asertividad de tus modelos de machine learning a través de información valiosa sobre la IP, el correo electrónico, el tipo de dispositivo, la geolocalización, entre otros. Esta información de tus usuarios te ayudará a descubrir si alguien está aplicando desde una ubicación riesgosa o si el correo electrónico es de reciente creación y carece de una huella digital significativa, ayudándote a prevenir el fraude de suplantación de identidad, de primera persona o incluso evitar que utilicen tu empresa para cometer otros delitos como el lavado de dinero.
Sabemos que los delincuentes evolucionan y mejoran sus métodos de ataque, por eso, trabajamos continuamente para crear soluciones innovadoras y que den respuesta a las necesidades del mercado, manteniendo a nuestros clientes protegidos y beneficiando el ecosistema con nuestra tecnología. Trully, soluciones reales contra el fraude.
Explore nuestras últimas ideas, consejos y mejores prácticas.